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Niquelado

Atributos
Superficie acabada: Niquelado


¿Qué es el niquelado?

El niquelado es un proceso metalúrgico ampliamente utilizado que consiste en depositar una fina capa de níquel sobre un sustrato metálico subyacente. Este proceso mejora las propiedades físicas y químicas del material base, ofreciendo ventajas como mayor resistencia a la corrosión y la oxidación, mayor resistencia al desgaste, mayor resistencia mecánica y mayor ductilidad. Gracias a estas ventajas, el niquelado se aplica ampliamente en diversas industrias, como la ferretería doméstica, la aeroespacial y las aplicaciones militares. Ejemplos comunes incluyen grifos niquelados, bisagras de puertas, tostadoras y componentes aeroespaciales que requieren protección contra condiciones ambientales adversas.

El niquelado se puede lograr mediante dos métodos principales: el niquelado electrolítico (también conocido como galvánico) y el niquelado químico (un proceso puramente químico). Cada método tiene características y aplicaciones únicas, lo que lo hace adecuado para diferentes tipos de sustratos y requisitos operativos.

¿Niquelado electrolítico?

El niquelado electrolítico implica el uso de corriente eléctrica para depositar níquel sobre el sustrato. En este proceso, el objeto a recubrir se sumerge en una solución electrolítica que contiene iones de níquel. Se hace pasar una pequeña corriente eléctrica entre los polos positivo (ánodo) y negativo (cátodo), lo que provoca que los iones de níquel se adhieran a la superficie del sustrato. Esta técnica es altamente controlada y permite una aplicación precisa de las capas de níquel.

Una práctica común en el recubrimiento electrolítico consiste en depositar primero una fina capa de cobre sobre el sustrato antes de aplicar el níquel. El cobre actúa como capa intermedia, ya que se adhiere mejor a otros metales que el níquel. Con este método (primero el cobre y luego el níquel), se consigue un acabado más liso y uniforme que el recubrimiento directo de níquel sobre el sustrato. Además, este método es más rápido y produce resultados de alta calidad. Sin embargo, es fundamental limpiar químicamente la superficie del sustrato antes de comenzar el recubrimiento para garantizar una adhesión adecuada. El enjuague o la limpieza posterior al recubrimiento también es una práctica habitual para eliminar cualquier residuo químico.

Revestimiento de níquel no electrolítico

El niquelado químico se basa completamente en reacciones químicas para depositar una capa de aleación de níquel sobre el sustrato. A diferencia del niquelado electrolítico, este método no requiere corriente eléctrica externa. En su lugar, el sustrato se sumerge en una solución química que contiene agentes reductores que desencadenan el proceso de deposición. El niquelado químico proporciona un recubrimiento uniforme en formas y superficies complejas, lo que lo hace ideal para diseños intrincados o componentes con geometrías irregulares.

El recubrimiento químico suele depositar una aleación de níquel, como níquel-fósforo, níquel-boro o níquel-teflón. Cada aleación confiere características únicas al producto final:

  1. Níquel-Fósforo: 
    La aleación de níquel-fósforo, la más utilizada en el recubrimiento químico, crea una superficie dura al añadir pequeñas cantidades de fósforo. Los niveles moderados de fósforo resultan en un acabado brillante y un proceso de recubrimiento rápido, mientras que los niveles altos proporcionan una resistencia excepcional a la corrosión. Este tipo de recubrimiento es especialmente adecuado para aplicaciones en entornos altamente ácidos, como la perforación petrolera o la minería de carbón.
       

  2. Níquel-boro: 
    El níquel-boro produce la superficie más dura entre las opciones de recubrimiento químico. Se utiliza a menudo en aplicaciones que requieren una resistencia extrema al desgaste.
       

  3. Compuesto de níquel/teflón: 
    Este nuevo compuesto combina níquel con partículas de teflón, lo que reduce significativamente o elimina la necesidad de lubricantes líquidos. Esta innovación es valiosa para componentes que requieren un funcionamiento suave sin lubricación adicional.
       

Comparación del niquelado electrolítico y no electrolítico

Tanto el niquelado electrolítico como el no electrolítico tienen distintas ventajas y limitaciones, lo que los hace adecuados para diferentes aplicaciones:

Ventajas del niquelado electrolítico (galvánico)

  1. Atractivo estético: El recubrimiento electrolítico produce un acabado visualmente atractivo que a menudo se prefiere para aplicaciones decorativas.

  2. Mejor ductilidad: La capa revestida es más flexible, lo que la hace adecuada para componentes que experimentan estrés mecánico.

  3. Eficiencia de costo: El recubrimiento galvánico es generalmente menos costoso que los métodos no electrolíticos.

  4. Beneficios ambientales: El recubrimiento electrolítico genera menos desechos nocivos para el medio ambiente en comparación con el recubrimiento sin corriente eléctrica.

Ventajas del niquelado electrolítico

  1. Recubrimiento uniforme: El enchapado químico se adhiere de manera uniforme en formas y geometrías complejas, evitando la deposición desigual que se observa en el enchapado galvánico.

  2. Resistencia superior al desgaste: La superficie revestida presenta una mayor resistencia al desgaste y a la abrasión.

  3. Resistencia a la corrosión: Cuando se aplica con un espesor suficiente, el recubrimiento electrolítico proporciona una excelente protección contra la corrosión.

  4. Opciones innovadoras: Los métodos less permiten obtener compuestos avanzados como níquel/teflón, que no se pueden conseguir mediante procesos galvánicos.

Aplicaciones del niquelado en procesos de fundición

  1. Fundición de aluminio:
    Los componentes fabricados mediante fundición de aluminio suelen beneficiarse del niquelado para mejorar la resistencia a la corrosión y el desgaste. Esto es especialmente importante para piezas de automoción y aeroespaciales expuestas a entornos hostiles.

  2. Moldeo en arena:
    Las piezas fundidas en arena, que normalmente tienen superficies rugosas, pueden lograr acabados más suaves y una mayor durabilidad con el niquelado.

  3. Fundición a presión de alta presión:
    Los componentes fundidos a presión a alta presión se utilizan a menudo en aplicaciones que requieren precisión y resistencia. El niquelado añade una capa adicional de protección contra el desgaste y la corrosión, a la vez que mantiene la precisión dimensional.

  4. Fundición a presión a baja presión:
    Este método produce piezas con una excelente integridad estructural. El niquelado mejora aún más estas propiedades al proporcionar una superficie dura que resiste los daños causados ​​por la tensión mecánica.

  5. Fundición por gravedad:
    Las piezas fundidas por gravedad se benefician del niquelado al lograr una mejor calidad de la superficie y una vida útil más prolongada, especialmente en industrias como la construcción y la maquinaria pesada.

El niquelado es un proceso indispensable para mejorar el rendimiento y la durabilidad de los componentes metálicos en diversas industrias. Ya sea mediante métodos electrolíticos o no electrolíticos, ofrece ventajas significativas, como resistencia a la corrosión y al desgaste, y una mejor estética. La elección entre el niquelado galvánico y el no electrolítico depende de factores como el coste, el impacto ambiental, la geometría del componente y los requisitos específicos de rendimiento.

Además, al combinarse con técnicas modernas de fundición, como la fundición de aluminio, la fundición en arena, la fundición a alta presión, la fundición a baja presión o la fundición por gravedad, el niquelado mejora aún más la calidad de los productos terminados. Al comprender las particularidades de cada método y aplicación, los fabricantes pueden tomar decisiones informadas para optimizar sus procesos y, al mismo tiempo, cumplir con los estándares de calidad y fiabilidad del sector.


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